Arrecifes articiales
Hay varios arrecifes artificiales plagados en todo el mundo. Estos son creados por inmersión de las antiguas estructuras, como los trenes subterráneos o los automóviles. Estos proporcionan una superficie abiótica para que crezcan los corales y las algas coralinas.
Factores bióticos de los arrecifes
Hay dos tipos bien conocidos de arrecifes que se basan casi exclusivamente en los factores bióticos que conforman su composición. Los arrecifes de coral tropicales, que suelen ser enormes y muy ampliamente distribuidos, se componen de grandes comunidades de creciente coral. Estos corales, que constituyen la mayor parte de los arrecifes, sede de muchos otros tipos de organismos, ayudan a la creación de una importante y diversa comunidad acuática. Los arrecifes de ostras tampoco son infrecuentes, y se componen de capas sobre capas de ostras.
Factores abióticos de los arrecifes
La base de casi todos los arrecifes se encuentra en las rocas. Las rocas que yacen en la sucesión puede dar el anclaje adecuado para el coral, el principal factor biótico de muchos arrecifes, para crecer y diseminarse. La temperatura de la luz, la salinidad y el agua también son los vitales factores abióticos de los arrecifes. La salinidad determina el tipo de peces que pueden habitar en la comunidad, mientras que la temperatura del agua y la exposición a la luz son importantes en la formación de los arrecifes. Uno de los arrecifes más conocidos y bellos del mundo, es la gran barrera de coral de Australia, debe su grandeza a sus cálidas aguas, la cantidad perfecta de exposición a la luz, y las aguas salinas que permiten una gran abundancia de vida.
A lo largo de la historia de la Tierra, desde pocos millones de años después de que los organismos marinos desarrollaron esqueletos duros, casi siempre hubo arrecifes en los mares primitivos. Las épocas de máximo desarrollo fueron el Cámbrico medio (520 Ma), el Devónico (416-359 Ma) y el Carbonífero (360-300 Ma), debido a corales del extinto orden Rugosa, y el Cretácico superior (99-65 Ma) y todo el Neógeno (23 Ma - actualidad), debido a corales del orden Scleractinia.
No todos los arrecifes del pasado estuvieron formados por corales. Así, en el Cámbrico inferior (570-536 Ma) se debieron a algas calcáreas y a arqueociatos (pequeños animales filtradores de forma cónica, probablemente emparentados con las esponjas), y en el Cretácico superior (99-65 Ma) existieron también arrecifes formados por un grupo de bivalvos denominados rudistas (una de las valvas, hipertrofiada, formaba la estructura cónica principal, y la otra, mucho más pequeña, actuaba como tapa).
Los arrecifes son un recurso valioso con beneficios inestimables. Muchos países depende de ellos para sostener su industria pesquera y su alimentación, ya que sirven de habitat para muchas especies marinas de consumo humano con gran importancia económica. Proveen protección a las costas de la erosión y los embates de las olas. Son fuente de recreación y estimulan el turismo, atrayendo millones de buceadores y visitantes por su diversidad, belleza y colorido. En ellos se encuentran muchos animales que son fuente de alimento de otros organismos superiores, formando unas redes alimentarias importantes. Los fragmentos rotos y acumulaciones de sedimentos y arenas calcáreas que se origina de los propios corales y de los otros organismos con esqueletos calcáreos suplen a las costas con las arenas blancas de la playas.
ARRECIFES DE CORAL